¿Quién no ha oído aquello de que una mesa de trabajo desordenada es reflejo de una mente desordenada? Si bien es cierto que algunos estudios relacionan el desorden con una mayor creatividad, cuando hablamos de oficinas, un espacio de trabajo desordenado es sinónimo de pérdida de tiempo, desconcentración, ineficacia e incomodidad.
En busca de soluciones, JG Group ha realizado un estudio sobre el uso de los sistemas de almacenaje en el espacio de trabajo, cuyos resultados revelan que el diseño del mobiliario de oficina no se ajusta a las necesidades reales de los usuarios.
La falta de espacio, el desorden o la inaccesibilidad son algunos de los problemas que manifestaron tener los participantes del estudio. Colgar el abrigo en la silla o dejar el bolso en el suelo o encima de la mesa son prácticas habituales en la oficina, que dan muestra de las carencias de los sistemas de almacenaje actuales.
El móvil, la agenda, los auriculares, el táper…son muchos los objetos personales a los que hay que hacer hueco entre el material de oficina. Las necesidades del personal han cambiado y es necesario concebir mobiliario funcional adaptado a los nuevos tiempos.
Fruto de este estudio, y bajo el lema “cada cosa en su lugar”, JG Group ha desarrollado una nueva serie de soluciones de almacenaje que facilitan el aprovechamiento del espacio y la organización de los objetos personales, aportando mayor superficie de trabajo y permitiendo tener a mano todos los elementos necesarios.
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